Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mí. De nuevo sembraste el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas. Y yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me saca un poco de vos.  Y vos seguís acá, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tenés que pedirlos porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario